Bajista de The Rolling Stones desde los inicios , este hombre de bajo perfil y modales sencillos , está lejos de haber dejado la música. "Página/12" estuvo en un show de los Rhythm Kings y luego, sostuvo una charla con el Stone, que prefirió alejarse.
Por Javier Simone
http://www.pagina12.com.ar/
Desde Skegness, Inglaterra
Conocido como “el Stone silencioso”, Bill Wyman es sencillo, accesible y simpático, pero de fuerte personalidad. Este hombre, que en pocos meses cumplirá 78 años, “trabajó” como bajista de los Rolling Stones desde finales de 1962 hasta 1991, cuando decidió retirarse.
Tal como describe su amigo Ron Wood en su libro Memorias de un Rolling Stone: “Bill no paraba de decirnos que aquella sería su última gira y que en cuanto llegara a casa, dejaría la banda. Todos sabíamos que odiaba volar, pero ninguno de nosotros, creía que su odio a los aviones , sería más fuerte que sus ganas de seguir siendo un Stone”. Así, Wyman dijo adiós a largas y maratónicas giras por todo el mundo, a los conciertos en estadios para 70 mil personas, y también a los millones de flashes y de dólares. No fue a medias tintas, sino una firme decisión. Su nueva etapa lo mostró activo y a gusto, lejos del ruido, pero jamás de la música. Se dio el gusto de armar algo más que su propia banda con amigos, formó una “familia musical”, Bill Wyman & The Rhythm Kings. Con ese combo, lleva más de una decena de discos grabados en estudio y en vivo, con invitados como Eric Clapton, Mark Knopfler, George Harrison y Peter Frampton, entre otros.
Para ir desde Londres hasta Skegness, Lincolnshire, hacen falta dos horas exactas. Hay que recorrer 240 kilómetros hacia el norte, en los cómodos y puntuales trenes ingleses. La ciudad es balnearia, plagada de jugueterías y comercios de golosinas donde sobresalen los copos de nieve y malvaviscos; un colorido tan singular como infantil. Pero esa noche, padres y abuelos , tienen un atractivo de excelencia, ver en escena a la familia Kings. Por la avenida costanera, Grand Parade, se llega al moderno e imponente Embassy Theatre; el parking compartido con el parque de diversiones, tiene un lugar reservado para acceder directamente a los camarines. El espacio es utilizado para que estacione el ómnibus que transporta a la banda, tres horas y media antes del show.
La primera en bajar por el sector derecho del bus es la única dama del grupo, Beverley Skeete, quien al enterarse de que este cronista viene de la Argentina , indica el camino para llegar al bajista. Cercano al metro setenta, con el cabello recién cortado y lentes de aumento, campera sport azul con la leyenda “Replay”, camisa de seda del mismo color y pantalones negros, Wyman estrecha su pequeña mano, sonríe y saluda de la misma manera que a un amigo de años. “¿De la Argentina?”, inquiere. “Eso sí que queda lejos... Un largo, largo vuelo, más de diez horas seguro, y llegar hasta aquí aún más.”
Aficionado a la arqueología y coleccionista de reliquias –al punto de que existe un detector de metales que lleva su nombre–, Wyman se fascina con la historia de argentum o “plata”, que más tarde derivaría en el nombre de Argentina. “Me encantan estas cosas, es maravilloso saber de dónde proviene vuestro nombre; no conocía esta parte de la historia, sí otras”, afirma, y propone conversar después del show. La salida a escena se concreta 19.30 en punto, la bienvenida y el agradecimiento al millar de personas, está a cargo del ex Stone. La banda brilla desde donde se la analice, todos son músicos de gran talla. El baterista Graham Broaad, integra el grupo estable de Roger Waters; Andy Fairweather-Low es guitarrista de Eric Clapton , desde hace más de quince años; Terry Taylor, guitarrista de jazz y ex Tucky Buzzard en los ’60, toca en los discos solistas de Wyman desde 1974. También está Georgie Fame, tecladista que trabajó con Van Morrison, Gene Vincent y Clapton; Nick Payne y Frank Mead en vientos y flautas, quienes han colaborado con The Blues Brothers y Gary Moore; Geraint Watkins en acordeón y piano, quien ha tocado con Carl Perkins en Rockabilly Sessions, y junto a Stray Cats y Peter Green; y Skeete, que con su hermosa voz, ha hecho coros para Tina Turner, Annie Lennox, Robbie Williams y Paul Young, entre otros.
Un exquisito repertorio de temas visten el show: muchos son propios de Wyman-Taylor, con estilo ’40 y ’50 aggiornados, muy pocos de Jagger-Richards, y una variedad de Chuck Berry, Elvis Presley, Ray Charles y James Brown. Todos con excelente interpretación, claro. El golpe final, para cerrar la noche, no es un slap ni groove , a cargo de Wyman, sino escucharlo cantar “Honky Tonk Women” con el teatro de pie, acompañando en el estribillo. La banda y el público provocan un verdadero feedback, que tiene que ver con volver a las raíces de esta música. El regocijo se refleja en el camarín, donde William George Perks –tal es el verdadero nombre de Wyman– se presta por primera vez, a dialogar con un medio argentino.
Aquel joven apasionado por el fútbol, que en 1954 formó parte del equipo del ejército junto a Lee Wyman –a quien le tomó prestado el apellido para su vida artística–, es seguidor de un pequeño equipo londinense. “Sé que ustedes son muy fanáticos del fútbol, siempre fueron muy buenos y muy conocidos. Aquí, Ozzy Ardiles, fue de los mejores en los ’80. Hace un tiempo jugó Boca Juniors con el Arsenal en Londres. Pero mi equipo es el Crystal Palace. Y tiene un gran arquero argentino, Julian Speroni (emigró con tan sólo dos partidos jugados en Platense, en 1999): es realmente muy bueno y toda la gente lo ama.”
Pasaron ya veinticuatro años de aquel concierto del 25 de agosto, en el mítico estadio de Wembley, que sin saberlo, se convertiría en el último show y en su despedida como miembro oficial de The Rolling Stones, pero jamás de la música. “Cuando dejé los Stones, me juntaba con amigos en un estudio y tocabamos rock, jazz, blues, rockabilly, boggie, soul, un poco de todo. Así surgió la idea de formar la banda y grabar, y luego salir de gira. Ya hace más de veinte años que estamos juntos.”
A finales de 2012 , los Rolling llevaron a cabo dos shows para celebrar su 50 aniversario, en el O2 Arena de Londres. Allí estuvieron como invitados Eric Clapton y Jeff Beck, respectivamente, Mick Taylor (guitarrista entre 1969 y 1974), y el mismísimo Wyman, quien habiendo limado asperezas con el líder de la banda, acudió a los dos festejos. De la amabilidad a la mirada esquiva del bajista, hay tan sólo una referencia al pasado: “Siento mucho orgullo por los años que estuve con los Stones, tengo excelentes recuerdos, pero también estoy muy orgulloso de haber formado esta banda”. Lo que nunca hubiese imaginado es que iba a compartir el escenario para interpretar apenas “It’s Only Rock and Roll” y “Honky Tonk Woman”. Sus allegados confiaron que éste fue un nuevo motivo de insatisfacción y un argumento válido para no aceptar el tour restante por Estados Unidos.
El buen humor parece ser una constante dentro de su nueva banda, al contrario de lo que Wyman vivió con los Stones en los ’70. “Es importante el compañerismo, las ganas de seguir, y que les guste la música que hacemos, todo eso hace las cosas más fáciles. Tantos años juntos nos hacen casi una familia. Todos nos apoyamos; de lo contrario, afuera.” Cuando los Rhythm Kings están de gira, todo es una fiesta, y así lo viven. Eso también se traslada a escena, porque todos alternan como la voz principal, al menos por un tema y sin disputa de egos: “Todos en la banda cantan o al menos hacen coros. Georgie Fame, además de tecladista, es una mezcla de soul, jazz y blues. Lo conozco desde los comienzos con los Stones, en el Flamingo Jazz Club. Mike Sanchez hoy no está porque viajó a España: canta el rock de los ’50 y además es muy extravertido. Beverley es nuestra voz femenina, es maravillosa y canta de todo: Billie Holliday, Ella Fitzgerald y baladas modernas, y también hace dúos increíbles con George o Mike”.
Otra particularidad de la “familia Kings”, es el manejo de diversas lenguas: Sanchez, hijo de latinos, habla perfecto castellano, al igual que Terry Taylor: “Viví muchos años en Barcelona y lo hablo muy bien, fue difícil al principio, pero me gusta, también sé que es diferente al español de la Argentina, pero nos entendemos bien, ¿sí?”, pregunta entre risas. Un hombre de aspecto latino, robusto, de cabello largo y canoso va y viene , atento a todos los detalles de logística. Con extrema amabilidad, convida una copa de vino para el brindis y promete paella para después; es el manager del grupo –e hijo de italianos– Anthony “Tony” Panico. Ha trabajado con los Stones durante años, colaboró con U2 y representa bandas jóvenes del Reino Unido. “Mi capisce benne, io non parlo spagnolo. ¿E vero che sono tanti italiani in Argentina?”, suelta, y la obvia respuesta marca la pausa para las fotos, brindis, risas y charlas informales , con el hombre que, como aseguran los integrantes de la banda, le encuentra solución a cualquier problema a toda hora.
La charla de los músicos alrededor de la mesa , parecerá no tener fin, incluso después de que su líder –siempre con bajo perfil– se haya retirado. El manager cumple con su promesa de traer paella, Fairweather recuerda la Buenos Aires de su paso con Clapton, Taylor vuelve a la práctica del español con un dejo de catalán, Skeete ofrece café, Payne y Mead piden fotos y hacen bromas como en el show... El clima está lejos del protocolo británico, cualquier cosa que incluya camaradería es posible.
Pero si hay algo inmodificable , en la vida de los Rhythm Kings , es lograr que Wyman vuelva a subir a un avión. La pregunta acerca de una gira sudamericana resiste todas las presiones. Panico apunta hacia el líder de la banda con el dedo índice y entre risas dice: “¡A él debés preguntarle!”. Y entonces el legendario bajista responde: “Me encantaría conocer la Argentina y tocar allí, nunca estuve, pero la única forma de llegar es si construyen un enorme puente que comunique Londres con Buenos Aires, ¡porque yo no vuelvo a volar!”.
Bill Wyman "I would go to Argentina, but I will not fly again"
Bassist of The Rolling Stones from the beginning, this man of low profile and simple manners, is far from the music stopped. "Page / 12" was a show of the Rhythm Kings and then held a talk with Stone, who preferred to stay away.
By Javier Simone
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From Skegness, England
Known as "the silent Stone", Bill Wyman is simple, accessible and friendly but with a strong personality. This man, who turns 78 a few months, "worked" as bassist for the Rolling Stones from 1962 until late 1991, when he decided to retire.
As his friend Ron Wood describes in his book Memories of a Rolling Stone: "Bill kept telling us that this would be his last tour and that he got home, left the band. We all knew he hated flying, but none of us believed his hatred of aircraft, would be stronger than his desire to remain a Stone ". So, Wyman said goodbye to long, marathon tours around the world, the stadium concerts for 70,000 people, and the millions of dollars and flashes. It was not half-hearted, but a firm decision. His new stage showed how active and comfortable, away from the noise, but never music. Pleased to put something more than his own band with friends was given, he formed a "musical family", Bill Wyman & The Rhythm Kings. With that combo, it takes more than a dozen studio recordings and live shows with guests such as Eric Clapton, Mark Knopfler, George Harrison and Peter Frampton, among other albums.
To go from London to Skegness, Lincolnshire, it takes exactly two hours. You have to travel 240 miles to the north, in the comfortable and punctual English trains. The seaside town is plagued by toy stores and candy shops with outstanding snowflakes and marshmallows; as unique as a colorful playground. But that night, parents and grandparents, have appeal of excellence on stage to see Kings family. For the coastal avenue, Grand Parade, you get the modern and imposing Embassy Theatre; shared parking with the amusement park, has a place reserved for direct access to the dressing rooms. The space is used to park the bus carrying the band, three hours before the show.
The first to go down the right side of the bus is the only lady in the group, Beverley Skeete, who upon learning that this writer comes from Argentina, points the way to get to the bass player. Close to seventy feet, her hair freshly cut and magnifying glasses, blue sport jacket with the words "Replay" silk shirt of the same color and black trousers, Wyman close her small hand, smiles and waves in the same way that a friend of years. "From Argentina?" Inquires. "Now that is far away ... A long, long flight, more than ten hours insurance and even get here."
Archeology enthusiast and collector of relics-at which point there is a metal detector that bears his name, Wyman is fascinated with history or argentum "silver", which later would result in the name of Argentina. "I love these things, it's wonderful to know where your name comes from; did not know this part of history, yes another, "says, and proposes talk after the show. The scene output is specified in paragraph 19.30, welcome and thanks to thousand people, is by former Stone. The band shines from where the analysis, all musicians of great stature. Drummer Graham Broaad integrates the stable group of Roger Waters; Andy Fairweather-Low's guitarist Eric Clapton, for over fifteen years; Terry Taylor, jazz guitarist and former Tucky Buzzard in the 60s, played on the solo albums since 1974 Wyman also Georgie Fame, keyboardist who worked with Van Morrison, Gene Vincent and Clapton; Nick Payne and Frank Mead winds and flutes, who have collaborated with The Blues Brothers and Gary Moore; Geraint Watkins on accordion and piano, who has played with Carl Perkins Rockabilly Sessions, and with Stray Cats and Peter Green; and Skeete, whose beautiful voice has made background vocals for Tina Turner, Annie Lennox, Robbie Williams and Paul Young, among others.
An exquisite range of topics Dress show: many are unique to Wyman-Taylor, stylish aggiornados 40s and 50s, very few of Jagger-Richards, and a variety of Chuck Berry, Elvis Presley, Ray Charles and James Brown. All with excellent performance, of course. The final blow to close the night, not a slap or groove, by Wyman, but hearing him sing "Honky Tonk Women" with theater standing, accompanying the chorus. The band and the audience causing a real feedback that relates back to the roots of this music. The joy is reflected in the dressing room, where William George Perks such is the real name of Wyman is provided for the first time to talk with an Argentine media.
That young man passionate about football, which in 1954 became part of the Army team with Lee Wyman, whom he borrowed the name for his life artistically, is a follower of a small London club. "I know you are football fans, were always very good and well known. Here, Ozzy Ardiles was the best in the 80s. Some time ago I played with Arsenal Boca Juniors in London. But my team is the Crystal Palace. And has great Argentine goalkeeper Julian Speroni (emigrated with only two games played in Platense in 1999). Really is very good and everyone loves him "
They spent twenty-four years since that concert Aug. 25, at the legendary Wembley Stadium, which unknowingly became the latest in his farewell show and as an official member of The Rolling Stones, but never music. "When I left the Stones, hung out with friends in a studio and we played rock, jazz, blues, rockabilly, boogie, soul, a little of everything. So the idea of forming the band and record, and then go on tour. Over twenty years ago that we're together. "
In late 2012, the Rolling conducted two shows to celebrate its 50th anniversary at the O2 Arena in London. They were there as guests Eric Clapton and Jeff Beck, respectively, Mick Taylor (guitar between 1969 and 1974), and Wyman himself, who, having filed differences with the leader of the band, went to the two celebrations. Kindness to the elusive look bearish, there is only one reference to the past: "I feel very proud of the years I was with the Stones, I have great memories, but I am also very proud to have formed this band." What I had never imagined it would share the stage to perform just "It's Only Rock and Roll" and "Honky Tonk Woman". His aides confided that this was a new reason for dissatisfaction and valid for not accepting the remaining American tour argument.
The humor seems to be a constant within his new band, contrary to what Wyman lived with the Stones in '70. "It is important companionship, the desire to continue, and you like the music we do, so that makes things easier. So many years together almost make us a family. We all support; otherwise, outside. "When the Rhythm Kings are on tour, everything is a party, and so live. It also moves on stage, because all alternating lead vocals, at least for a topic without dispute egos: "Everyone in the band or at least they sing choruses. Georgie Fame, plus keyboardist, is a mixture of soul, jazz and blues. I know from the beginning with the Stones at the Flamingo Jazz Club. Mike Sanchez is today not because he traveled to Spain sings rock the 50s and is very outgoing. Beverley is our female voice is wonderful and sings everything: Billie Holliday, Ella Fitzgerald and modern ballads, and also makes amazing duets with George and Mike. "
Another feature of the "family Kings", is handling various languages: Sanchez, son of Latinos speak perfect Castilian, like Terry Taylor: "I lived many years in Barcelona and speak it very well, it was difficult at first, but I like it, I also know that is different from the Spanish of Argentina, but we get along fine, okay? "asks, laughing. A man Latin looking, sturdy, long graying hair and comes and goes, attentive to every detail of logistics. With extreme kindness, invites a glass of wine for the toast and then promises paella; is the group manager -e Italians son Anthony "Tony" Panico. He has worked with the Stones for years, worked with U2 and represents young bands in the UK. "My capisce benne, io non parlo inglese. Vero che sono I S tanti italiani in Argentina? "Loose, and the obvious answer makes a break for photos, toasts, laughter and informal talks with the man who, as claimed by the members of the band, we find a solution to any problem all the time.
The talk of musicians around the table, seem to have no end, even after its low profile-leader-always has been withdrawn. The manager fulfills its promise of bringing paella, Fairweather remembers the Buenos Aires stage with Clapton, Taylor returns to practice Spanish with a touch of Catalan, Skeete offers coffee, Mead Payne and ask for pictures and make jokes like on the show the climate is far ... British protocol, including comradeship anything is possible.
But if there is something unchangeable, in the life of the Rhythm Kings Wyman is getting back to board a plane. The question of a South American tour resists all pressures. Panico points to the leader of the band with the index finger and laughingly said: "He should ask". And then the legendary bassist responds: "I would love to know the Argentina and play there, never was, but the only way is if they build a huge bridge to provide London with Buenos Aires, because I am going to not fly".
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