Anoche, ante 20.000 personas, en el O2 Arena de Londres, el cuarteto que lideran Mick Jagger y Keith Richards dio el primer show grande por sus 50 años. Clarín vio cómo repasaron su obra con ex integrantes entre sus invitados.
Los Stones vuelven a tocar en su casa: Inglaterra es su cuna. Aquí, en un O2 londinense repleto, hay fans de todas las generaciones. Y no es un show más, porque Bill Wyman, el bajista original, está nuevamente en escena, con su distinguido e inimitable sonido de bajo. Y también, Mick Taylor (el de los discos más sucios de los ‘70).
Para su regreso, el Arena 02 de Londres fue el lugar elegido. Un predio de unas 20.000 personas que será testigo del inicio de este tour 50 & Counting . El escenario es pequeño, al menos comparado al de sus otras giras. La simple escenografía exhibe la lengua en dorado y una única pasarela en semicírculo que es acompañada por otras dos a cada lado. Afortunadamente, no hay parafernalia lumínica ni fuegos artificiales o bombas de estruendo. Son ellos y su rock marca Rolling Stones.
Antes del momento esperado, hay mensajes desde la pantalla de los personajes más diversos: desde Iggy Pop, Angus Young o Elton John hasta Pete Townsend, Nick Cave o Johnny Depp.
Al salir la banda, a las 20:30 hs, el centro se convierte en una enorme pantalla. Se apagan las luces, un grupo de percusión, con caretas de gorilas (la imagen de GRRR...su nuevo disco), irrumpe entre el público con la intro de Sympathy For The Devil . Acto seguido, aparecen los Stones. Charlie Watts tiene remera blanca; Jagger, traje gris, con corbata plateada, pantalón negro y sombrero gris; Ron Wood está de negro, y Keith Richards, con campera verde, pantalón negro, vincha roja y pañoleta plateada.
Arrancan con I Wanna Be Your Man , tema de Lennon-McCartney como una suerte de homenaje al rock británico todo. Los cuatro Stones son acompañados por Darryl Jones al bajo y Chuck Leavell en teclados. En un perfecto túnel del tiempo, le siguen Get Off Of My Cloud e It’s All Over Now , que son acompañados por imágenes en blanco y negro desde la pantalla.
Paint It Black , con Jagger absolutamente de negro, es la canción que sigue. Los ingleses no son muy demostrativos, pero disfrutan el show a su manera, entre cervezas y nachos. Los coristas, Bernard Fowler y Lisa Fischer, se suman en el escenario para Gimme Shelter , que es por otro lado el puntapié inicial para la lista de invitados, ya que Mary J. Blige se suma a la voz de Mick en los estribillos del clasico de Let It Bleed, mientras Keith se luce en el solo con su infaltable Telecaster color madera.
La primera pausa llega a través de Wild Horses (Tim Ries en teclados), pero tras el descanso, vuelven a subir decibeles con All Down The Line , al que se suma el eterno saxofonista Stone Bobby Keys. Es uno de los highlights del concierto, que es apoyado con un merecido tributo en pantalla mediante imágenes de sus maestros bluseros (Muddy Waters, Chuck Berry, Etta James, B.B. King, Elvis Presley y otros).
Jeff Beck es el segundo invitado de honor, quien se suma al festejo con un duelo de guitarras en el tema I’m Going Down . El sonido de guitarra de Beck estremece al estadio; Keith y Ronnie lo siguen, demostrando que no son mejores, pero juntos en un entretejido de violas son los mejores.
Keith prende su primero de tres cigarrillos en toda la noche, Ronnie en cambio parece haber cambiado de hábitos y no fuma.
Out Of Control es el tema que escogen para que Mick se luzca por primera vez con su armónica. Keith brilla, ahora con chaleco negro, desde su Gibson.
Es el momento de los temas nuevos, así que pegan las dos flamantes incorporaciones al catálogo Stone: One More Shot y Doom And Gloom .
Bill Wyman es invitado a sumarse al banquete en una frenética versión del clásico It’s Only Rock’n Roll y de la contagiosa Honky Tonk Women , que es secundada por dibujos que muestran a una bomba morocha trepando al Empire State, en una parodia a King Kong , que termina con el gorila -motivo de tapa del último disco-, estrellándose en su avioneta entre los pechos de la señorita. Wyman agradece tímido los aplausos del público, muy escudado en su bajo de cuatro cuerdas.
Tiempo de presentaciones: es el turno de las dos canciones infaltables de Keith, que llegan con Before They Make Me Run y Happy , con Ronnie en steel guitar . A su término, viene el momento blusero de la velada, cuando Mick Taylor es invitado a escena para una infernal versión de Midnight Rambler . Taylor muestra sus habilidades al por mayor en un duelo apasionante entre su guitarra y la armónica de Jagger, quien termina bailando en forma endemoniada, participando al público del festín.
De pronto, Londres se impregna de Club 54 con los primeros compases de Miss You . El estadio se convierte en una enorme discoteca neoyorquina y Darryl Jones demuestra por qué toca con los Stones desde el ‘94. La masa se conmueve con el riff inoxidable de Start Me Up , que abre la puerta a la catarata de súper hits. El propio Big Ben parece acelerarse con Tumbling Dice , Brown Sugar y Sympathy For The Devil .
La primera fecha de los 50 años comienza a bajar la persiana, aunque, por supuesto, faltan los bises. Y la banda regresa, pero no precisamente sola: dos grupos integrados por una docena de coristas ponen la voz a la introduccion de You Can’t Always Get What You Want : otro de los momentos fuertes del show, que, acto seguido, conduce a Jagger -ahora con boina negra y una acústica- y a Keith, al centro de la escena.
Se apagan las luces una vez más, y se encienden lucecitas y corazones para el último tema. La despedida es con el imbatible riff de Jumpin’ Jack Flash que dispara Keith desde sus cinco cuerdas. Vemos a los músicos por ultima vez en la noche por la pasarela, para regocijo de todos.
Son ellos: los Stones nuevamente se apoderan de la escena rock del Universo todo. Si bien todos los fans esperábamos un disco nuevo -y no tan sólo dos temas nuevos en otro compilado de grandes éxitos (y van...)-, la banda está en forma, y el 2013 va a deparar una gira mundial, quizás no maratónica como las anteriores, pero sí gira al fin. Y un nuevo trabajo de estudio... Quizás.
Por Diego Perri
especial para "clarín"
Rolling Stones: a party that left open-mouthed
Last night, before 20,000 people at the O2 Arena in London, the leading quartet Mick Jagger and Keith Richards took the first big show for his 50 years. Clarin saw went over his work with former members among its guests.
The Stones returned to play at home: England is your crib. Here, in a packed London's O2, there are fans of all generations. And there is one more show, because Bill Wyman, the original bassist, is back on the scene, with its distinctive and inimitable bass sound. And also, Mick Taylor (the dirtiest discs of '70).
For his return, the 02 Arena in London was the venue. An area of about 20,000 people who will witness the start of this tour 50 & Counting. The stage is small, at least compared to their other tours. The simple set design exhibits the golden tongue and a unique semicircular walkway that is accompanied by two on each side. Fortunately, no paraphernalia or light fireworks or firecrackers. They and their trademark rock Rolling Stones.
Before the expected time, no messages from the display of the most diverse: from Iggy Pop, Angus Young or Elton John to Pete Townsend, Nick Cave or Johnny Depp.
After leaving the band, at 20:30 pm, the center becomes a huge screen. Lights out, a drum kit, with gorilla masks (GRRR ... image of his new album), the audience erupts with the intro of Sympathy For The Devil. Then, there are the Stones. Charlie Watts has white shirt, Jagger, gray suit with silver tie, black pants and gray hat, Ron Wood is in black, and Keith Richards, with green jacket, black pants, red headband and silver scarf.
They start with I Wanna Be Your Man, Lennon-McCartney theme as a sort of tribute to British rock all. The four Stones are accompanied by Darryl Jones on bass and Chuck Leavell on keyboards. In a perfect time tunnel, followed Get Off Of My Cloud and It's All Over Now, they are accompanied by black and white images from the screen.
Paint It Black, black with absolutely Jagger, is the song that follows. The English are not very demonstrative, but enjoy the show in their own way, over beer and nachos. The choristers, Bernard Fowler and Lisa Fischer, joined on stage for Gimme Shelter, which is otherwise the kickoff to the guest list, as Mary J. Blige joins Mick's voice in the chorus of the classic Let It Bleed, while Keith shines in the solo with his inevitable Telecaster wood color.
The first break comes through Wild Horses (Tim Ries on keyboards), but after the break, going back up decibels All Down The Line, which joins the eternal Stone saxophonist Bobby Keys. One of the highlights of the concert, which is supported with a fitting tribute to the screen using images of their teachers bluesmen (Muddy Waters, Chuck Berry, Etta James, BB King, Elvis Presley and others).
Jeff Beck is the second guest of honor, who will join the celebrations with a guitar duel on the issue I'm Going Down. The guitar sound shakes the stadium Beck, Keith and Ronnie are still showing that they are no better, but together in a weave of violas are best.
Keith turns on his first of three cigarettes all night, Ronnie instead seems to have changed their habits and do not smoke.
Out Of Control is the theme chosen for that Mick is brilliant for the first time with his harmonica. Keith shines, now with black waistcoat, from Gibson.
It is time for the new songs, so I stuck two brand new additions to the catalog Stone: One More Shot and Doom And Gloom.
Bill Wyman is invited to join the feast in a frantic version of the classic It's Only Rock'n Roll and contagious Honky Tonk Women, which is supported by drawings showing a brunette pump climbing the Empire State, in a parody of King Kong , ending with the gorilla-motif latest album-cover, crashing into his plane between the breasts of Miss. Wyman thanked the crowd cheers shy, very shielded by his four string bass.
Time of presentation: it's time for the two songs infaltables Keith, arriving with Before They Make Me Run and Happy, with Ronnie on steel guitar. At the end, comes the time blues of the evening, when Mick Taylor was invited on stage to a hellish version of Midnight Rambler. Taylor shows her skills Wholesale exciting duel between guitar and harmonica Jagger, who ends up as devilish dancing, participating in a public feast.
Suddenly London Club 54 is impregnated with the opening bars of Miss You. The stadium became a huge club of New York and Darryl Jones shows why playing with the Stones since '94. The mass is moved with stainless riff Start Me Up, which opens the door to the flood of super hits. Big Ben himself seems to accelerate with Tumbling Dice, Brown Sugar and Sympathy For The Devil.
The first date 50 years begins to lower the shade, though, of course, missing the encores. And the band returns, but not exactly alone: two groups consisting of a dozen singers put voice to the introduction of You Can not Always Get What You Want: Another of the highlights of the show, who then leads to Jagger, now with black beret and acoustics-and Keith, to center stage.
Lights out again, and lights are lit and hearts to the last track. Parting is unbeatable with the riff of Jumpin 'Jack Flash that shoots Keith from his five strings. We see the musicians for the last time at night down the catwalk, to the delight of all.
They are: the Stones again take over the rock scene of the whole universe. While all fans expect a new album, and not just two new songs on another greatest hits compilation (and will ...) - the band is fit, and 2013 will happen in a world tour, maybe not marathon as above, but in the end turns. And a new studio ... Maybe.
By Diego Perri
especially for "Clarin"
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