Bianca Jagger : "Mick Jagger es el colmo del machismo"

 Se retoca los labios de rojo para la foto. Lleva los ojos muy perfilados, traje de chaqueta blanco y un coqueto top con encaje. Bianca Jagger, de 61 años, conserva el descaro que cultivó en los setenta, cuando formó junto al cantante de los Rolling Stones una de las parejas más explosivas del momento.
La cita es en un local vasco que le han recomendado. El sitio es muy tradicional y ella muy sofisticada: agua y aceite. Jagger solo bebe zumo de naranja y aquí lo suyo es tomar vino. Ella no prueba el ajo pero aquí todo lo lleva. Quiere verdura pero no tienen. No, tampoco patatas. Menos mal que la nicaragüense devora los langostinos y entorna los ojos con la merluza: "Exquisita".
Además de puntillosa con la comida, también lo es con las entrevistas. Se esfuerza por controlar lo que se cuenta de ella e insiste en enviar al periodista su propia biografía porque "la Wikipedia no es muy de fiar". En el texto detalla todas las causas en las que está o ha estado metida, que son muchas: la lucha contra las dictaduras o la abolición de la pena de muerte, la defensa del Amazonas, de las mujeres violadas en conflictos armados... "Ahora lucho para que los directivos de las empresas rindan cuentas de sus acciones a las generaciones presentes y futuras", dice Jagger, que ha viajado a Madrid desde Londres -donde también viven su hija y sus nietos- para recoger un premio de Save the Children. Se interesa por el Movimiento 15-M y, tras las explicaciones, dice: "El problema en los países desarrollados es que las diferencias entre partidos ya son casi mínimas y que los Gobiernos de izquierdas ya no tienen el coraje de ser de izquierdas".
En la biografía de cuatro folios que ha escrito la propia Jagger solo hay un guiño a su vida personal: "1979, el año de su divorcio, coincide con la caída del dictador Somoza", dice textualmente. Si tanto se esfuerza en mantener la distancia con el hombre que la hizo famosa, ¿por qué conserva su apellido? "En Nicaragua, las mujeres de mi generación retienen el del marido a menos que se vuelvan a casar. Además, los medios me conocen así... And I like it". Se sorprende al oír que eso no pasa en España: "Ay, qué extraordinario. Bravo".
Jagger estudió Ciencias Políticas en París y aquello le marcó. "Nunca había salido sola de mi país. Fue un cambio extraordinario. Por fin descubrí el significado de democracia, libertad, el respeto de los derechos humanos, conceptos con los que solo podía soñar", dice en un español que pronuncia despacio. A veces se atasca con una palabra, pero le gusta ser precisa y rastrea su memoria hasta dar con ella: "Adelantada, vanguardista... ¡Pionera!", dice al momento para describir a su madre.
En París conquistó a la estrella rock del momento (con permiso de Lennon), pero el recuerdo de sus infidelidades es amargo: "Hasta cierto punto, en mi matrimonio fui un pescado fuera del agua. Nunca encajé en su mundo. El día de mi boda fue muy desconcertante, me di cuenta de que no iba a tener el control de mi vida. Mick es el colmo del machismo y en cierta forma mi divorcio fue una liberación. Aunque fue difícil; no habría querido que pasara".
Para terminar de enloquecer al personal, de postre pide un vaso de agua caliente con un limón y un té verde. "¿Además del agua?", dice la camarera sin disimular su extrañeza. "Son un poco estrictos, ¿no?", susurra Jagger discreta

Bianca Jagger : "Mick Jagger is the epitome of machismo"

It touches up red lipstick for the photo. Bring shaped eyes, black suit and a cute top with lace. Bianca Jagger, 61, who grew the nerve preserved in the seventies, when he formed with singer of the Rolling Stones one of the most explosive couple of times.

 The appointment is in a local Basque have recommended. The site is very traditional and very sophisticated it: water and oil. Jagger just drink orange juice and here his is drinking wine. She did not try the garlic but here everything takes. But do not want vegetables. No, not potatoes. Fortunately, the Nicaraguan eats prawns and squints with hake, "Exquisite."

 Besides fussy with food, so is the interviews. It strives to control what is aware of it and insists on sending his own biography to the journalist because "Wikipedia is not very reliable." The text details all the causes that are or have been stuck, which are many: the struggle against dictatorship and the abolition of the death penalty, the defense of the Amazon, of women raped in armed conflict ... "Now I fight for corporate executives accountable for their actions to the present and future generations," says Jagger, who has traveled to Madrid from London, where they also live her daughter and grandchildren to collect an award from Save the Children. Movement is interested in the 15-M and, after the explanation, says: "The problem in developed countries is that differences between parties are almost minimal and leftist governments no longer have the courage to be left."

 In the biography of four pages that Jagger has written itself there is only a nod to his personal life: "1979, the year of his divorce, coincides with the fall of the dictator Somoza," reads. If both strives to maintain the distance with the man who made it famous, why retains its name? "In Nicaragua, the women of my generation hold the husband unless they remarry. Moreover, the media know me well ... And I like it." He is surprised to hear that it does not happen in Spain: "Oh, how extraordinary. Bravo."

 Jagger studied Political Science in Paris and that he scored. "I've never been out alone in my country. It was an extraordinary change. At last I discovered the meaning of democracy, freedom, respect for human rights, concepts that could only dream of," says one who speaks Spanish slowly. Sometimes a word gets stuck, but he likes to be accurate and track your memory to find her, "Go ahead, avant-garde pioneer ..." says the time to talk to his mother.

 In Paris conquered the rock star of the moment (with permission from Lennon), but the memory of his infidelity is bitter: "To some extent, in my marriage I was a fish out of water. Never fit into their world. On my wedding was very disconcerting, I realized that I would not have control of my life. Mick is the epitome of machismo and somehow my divorce was a liberation. Although it was difficult, would not have wanted to happen. "

 To finish the staff crazy for dessert ask for a glass of hot water with lemon and green tea. "In addition to water?" The waitress says with undisguised wonder. "They are a little tight, huh?" Jagger discreet whispers.

info: el pais.com
fuente : jorge (thanks!)